Apesadumbrarse, negar al amor
Hacerse amigo de la nada
Dejar pasar al todo, permitirle escurrirse entre trémulas indiferencias
Aventurarse a las desventuras
Para luego guardarse en ese ataúd
De la basura cotidiana de los días
Recuperar de nuevo los nombres de las cosas llamarle pan al pan vino llamar al vino sobaco al sobaco miserable al destino y al que mata llamarle de una vez asesino nos lo robaron todo las palabras, el sexo los nombres entrañables del amor y los cuerpos la gloria de estar vivos la crítica, la historia, pero no consiguieron, robarnos la memoria...
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