Dulcemente amargo te veo venir
Merodear sin reparos
Hacia el fin de los días
de todos los días de mis días
grosero, hijo bastardo de la falsía
avanzar hacia el regocijo de ver entre cenizas
a otra hija de las utopías
Recuperar de nuevo los nombres de las cosas llamarle pan al pan vino llamar al vino sobaco al sobaco miserable al destino y al que mata llamarle de una vez asesino nos lo robaron todo las palabras, el sexo los nombres entrañables del amor y los cuerpos la gloria de estar vivos la crítica, la historia, pero no consiguieron, robarnos la memoria...
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