Cautivantes mandatos ( DE SIRENAS)

Un mar helado

Mis vísceras dispersas por las algas

Al son del movimiento de la nada

Silencio ensordecedor se vuelve canto

Me confunde la llamada

Redondos espejos de colores

Cubriendo mis temblorosas manos

El mandato, engullir sin pensar

Un diligencia envuelta en notas musicales

La melodía, el canto, la locura

Y el infierno abre sus puertas

Entregarse al ese canto de vida que huele a muerte

Y la parca me acuna, me abrazo a ella

Mis vísceras se incendian, nada siento

 libero mis muñecas  sangrientas

Y ante el ruido imponente de sirenas

Ese rojo caudal se queda trunco.

Tres

Tres veces te llamé, tres me negaste

Con tu postura soberbia, inoportuna

Tan mendigo en sentimientos

Encrestado

Tu lengua maldita, la necedad,

  Y tu plumaje que cautiva mis ansias

Tres veces, siempre tres

Nunca de a dos

¿Cómo escaparon del amor las utopías?

¿Cómo mandamos al exilio cada beso?

¿Cómo ausentamos cada maravilla?

Voy a negarte, a olvidar tu nombre

Tus manos recorriendo mi plumaje

Tus labios incendiándome

Recorriendo el camino a la fuente

En que tu sed miserable apagaste

Llamaré a la amnesia a ser mi amiga

Olvidaré los ardientes momentos

En que debí desplumarme y ser ella

La fugitiva que habita nuestro lecho

 A La que nunca nombrarás

No te llamaré, no sabrás de mi

Pero seremos

Eternamente tres

Ese llegar un día a encontrarnos
ese temor al tiempo, al devenir,
esas ansias de revancha con la vida
ese alma que grita por salir
Ese no sé, ese cuando, ese nunca,
ese pasado que no me deja ir,
esa culpa que aprisiona con sus garras
ese futuro que juega a no venir.
Ese tiempo que aúlla que no hay tiempo
esas horas que escapan del reloj
esa venganza que espera ejecutarse
esos momentos en que dudo de Dios.
Ese amor a la vuelta de la esquina
ese amor que tiene hambre de dos
ese amor que agoniza entre algodones
y con un hilo de voz, nos dice NO

Tiempo

Hace un tiempo que ya me sobra tiempo
últimamente no encuentro el rumbo
la guía a mi camino
a mis ansias muertas, a mi estereotipo

Me siento títere
marioneta de los días
¿quién maneja mis hilos?
¿de que habla mi vida?

Sortilegio, confusión,
premura, insolencia de horas
infortunio de minutos
osadía de segundos

Carrera hacia la nada
horas muertas
corazón que bombea
vacío de metas

Estrella, camino, punto de partida
hora de llegada
llegada a la nada.

Lo tangible

Plenilunio de amor, llenas mis ansias. Motivo de mirarte a la distancia. Me envuelves con tu luz, desnudas mi alma, atraviesas mi ser, obscenamente, me insitas al placer groseramente. Ferviente palpitar, liberas mis pecados, me sueltas a la vida, inundas el espacio.
Plenilunio bendito, desciende por mi cuerpo, atrapa mis gemidos, estremece mis venas, osado resplandor, húrtame mis suspiros, saquea mi inocencia, dispárame Cupido. Atrapa mis sentidos, róbame el aire inquieto, asfíxiame en tu amor, desmáyame de goce, que tiemblen mis caderas, que mis brazos se abran, al volar de los vientos, de pasión y de anhelos, de tristeza y consuelo.
Deséame eternamente, quita mi vida entera, libérame el instinto de mujer, de guerrera. Pídeme lo imposible, atrapa mi existencia, llévame allá tan lejos, sácame la decencia. Arrópame en tus besos, con caricias que duelan, en palabras que quemen, con gemidos que teman, llévame para siempre, no quiero en esta tierra pasiones intangibles, solo quiero tu esencia, bálsamo que al curarme, regrese en tu presencia.

Cotidiano

Abrir los ojos
correr las sábanas
mirarse al espejo
calentar la garganta
tomar la calle
ver gente fría
escuchar bocinas
seguir de a pasos
llegar temprano
a mi trabajo
las mismas caras
los mismo temas
y querer cerrar los ojos
y cerrar la cama

Parir poemas

Un lápiz mudo

Una hoja de papel burlona

Palabras que se esconden

Inentendibles señales

Un misterio

Y otra vez la hoja

Y el amordazado lápiz

Y la sangre en las venas

El grito por las nubes

Y la blanca hoja

Y el lápiz

Y la hoja se entrega

Y el lápiz le quita la inocencia

Y pujan juntos, acordes

De un parido poema

Señora del desconsuelo

Virgen del olvido, señora del desconsuelo, me rehúso a ser devota de tu egoísta religión. Dama de las llamas, del infierno en mi cabeza, del sangrar de mis heridas. Patrona de las tempestades, de los ruidos que no suenan, de las pieles que no sienten, de salivas que perfilan insultos, de lenguas licenciadas en ahogar verdades, adictas a tejer mentiras.

Madona de los buitres que atribulan, virgen del fin del mundo, del ocaso de todos los tiempos ¿en qué libro sagrado se agotaron tus liturgias? Profetas que enferman de pavor, al descubrir que el futuro les juega un juego perverso, profecías burdas e insolentes profecías.
Cerrar los ojos, espantar a la virgen de la locura, la madre del vinagre en las venas, conquistadora de voces que aturden mil cabezas. Mi mente ya no ha de tener fuerzas. Cruel mujer, si naciste para proteger, ¿que ha pasado en este mundo que te has vuelto instigadora de delirios?
Seguir buscando y verte, allá a lo lejos demasiado lejos, la distancia me roba los suspiros, quiero alcanzarla, lo logro. No me dejo convencer, sus ojos compasivos, sin embargo me llenan de consuelo. Igual que las hileras de faroles cuando el día se acaba y la noche no llega. Cuando el tiempo te alcanza y la muerte no espera.

Hueco de sombras

Hay un eclipse empecinado en ser perfecto

Pero le falta un trozo, no se admite, no se acepta

Ojos tapados, oídos cerrados

Misterio huérfano de cosas concretas

Eclipse de vida, eclipse de metas

Guarda envidioso rayos de lluvia

Silencios turbios, comidas, sobras

Hay un eclipse que ultraja venas

Riega de sangre ulcera, quema

Como  una parte, del todo errante

Del gen de vida, gen dominante

Sagaz, colmado de sortilegios

Impuro, atroz, impar,

Siempre temido, jamás soñado

Hay un eclipse que va muriendo

Hueco de sombra,  luz de un comienzo

Guerras

De guerras

Porque ama hacer la guerra

No se rinde al devenir de cada intento

Con su frágil armadura de pasiones

Brinda tregua a la orfandad de sus trincheras

Porque ama hacer la guerra

Su mente se libera de tabúes

Profanando su fe, su Dios, su infierno

Su verdad, la mentira, los silencios.

Porque ama hacer la guerra

Enaltece el estandarte que lo nombra

Revelándolo al mundo de miserias

De mugrientas maldades

De abdicaciones.

Porque ama hacer la guerra

Entabla furiosas batallas

Con pérfidos fantasmas que inundan su cabeza

Confabulando locuras y patrañas

Porque ama hacer la guerra

Es capaz de mudarse de si mismo

A nadar con su piel y sus recuerdos

Al mar hueco de pasiones y promesas

Porque ama hacer la guerra

Dejó de hacer el amor

Que para él

Es la guerra

Soledad e ironía

Amando la soledad
Poseyéndola me encontré un día
Compartiendo el silencio de mi vida
Soledad de encuentros imaginé
Desencontrándome, perdida, aterrada.
Mente colmada de cuerpos ausentes´
De recuerdos recurrentes, indecentes
Bendita seas soledad yo pregonaba
Grité a los vientos mi victoria
Y no existió eco que me renombre
Cama vacía y soledad
Espejos vacíos y soledad
Fotos añejas, ciudad egoísta
Aunque bendita soledad
Yo te maldigo
Bendita y gran señora
Maldita seductora

Huir de mi

En algún tiempo me alejé de personas

Desintoxicándome, ganando espacios

Pero que dilema insostenible

Cuando la que me boicotea está habitando mi cabeza

Cuando es ella, cuando soy yo, cuando somos las mismas

Como desembarazarse de uno mismo

Como desoír los gritos perversos de mi pobre cabeza

Como alejarse de esa, de mi, de esta terrible mujer

Que no cree, que interfiere, que traiciona

Que desvela, que fabula, que entorpece

Que me incita, me provoca me lastima

Como hacer para decirle que se calme

Que me libere, que ya es hora

Que no es tarde

Caminar sin rumbo

Caminar sin rumbo fijo, caminar

desandar la nada con las hilachas de piel

engendrando pensamientos temerarios

Deambular por el hilo tenso del abatimiento

sin la mínima cuota de brío

arrastrarse por las horas de milenios

que se tornan los días de este abismo

Rondar por la luz que pertenece a otros

nunca a mi

siempre a otros

Rodar

La  rueda gira soberbia

Y ahí estoy nuevamente

Repitiendo lo que ya me asquea

Lo que me roba noches

Me disgrega la poca cordura que me habita

Gira la rueda, es un ciclo

Y otra vez, desvergonzada me invento que todo es nuevo

Pero el óxido del amor corroe mis pobres huesos

Giro, giramos en una mentira que distrae

Que se empeña en inventar noches con lunas

Vuelos sin alas, vuelos de muerte

Girar, volver sobre lo mismo

Sobre lo irremediable